Te damos unos consejos prácticos para afrontar los exámenes finales y las recuperaciones
Ya están aquí, ya han llegado los exámenes finales de la universidad, de Bachillerato, la PAU… y no todo acaba ahí, los menos afortunados tienen que empezar a preparar las recuperaciones. Pero no te preocupes porque el final de este post te va a motivar mucho.
Sabemos que ahora estás agobiado, puede que te sientas frustrado por haber suspendido alguna asignatura o tienes la sensación de que ese 5 no compensa todas las horas que te has pasado estudiando. En este post vamos a darte unos sencillos trucos que te harán rendir más cuando estés estudiando. Los efectos serán inmediatos y todo el mundo puede ponerlos en práctica.
«La posibilidad de éxito o de fracaso, en el estudio o en cualquier otra actividad, será siempre consecuencia del estado de ánimo». Así que con estos consejos de pedagogos, educadores y psicólogos alumnos y familias estarán más preparados que nunca para reaccionar ante los problemas y los agobios que surgen en épocas de exámenes.
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Consejos para concentrarse a la hora de estudiar
1. Duerme bien. Parece obvio pero es imposible concentrarse, retener más memoria, sin un sueño reparador. No te pases hasta las tantas de la madrugada estudiando porque luego puede que no recuerdes bien lo que has leído.
2. Divide y vencerás. Planifica las horas de estudio, nadie puede asimilar grandes cantidades de datos, fórmulas o fechas de un atracón. Dosifica la información y concéntrate en lo esencial.
3. Pon el móvil en silencio. Es imposible concentrarse sin un mínimo de silencio y menos si no paran de llegarte notificaciones de WhatsApp. También puedes usar tapones para aislarte del resto de ruidos que hay en tu casa o en la biblioteca.
4. Haz pequeñas paradas. Igual que los conductores deben parar cada dos horas a descansar, los estudiantes tampoco pueden estudiar más de 1 o 2 horas seguidas sin perder la concentración. Haz pequeños descansos para coger aire, dar un paseo y podrás volver a la carga con la mente despejada.
5. Utiliza colores en el texto. Subraya pequeñas secciones de los textos para marcar los contenidos más importantes y evitar el agobio. Así podrás mejorar tu capacidad de memorización, pero debes subrayar con moderación porque sino no tiene ningún efecto y habrás perdido mucho tiempo.
6. Centrarse en un tema. Mezclar siempre es malo, no solo cuando sales de fiesta sino que mezclar temas y asignaturas muy diferentes a la hora de estudiar hará que tu cabeza no retenga bien ninguna de las dos.
7. Probarse. testarte a ti mismo haciendo un examen previo sirve como prueba de concentración y demostración de lo que has aprendido. Además puedes ver donde fallas y en que partes necesitas un repaso.
8. Trabajo en grupo. Aprender a trabajar en equipo es imprescindible de cara a tu futuro laboral. Y no se hace por capricho, es que está demostrado que otras personas pueden complementar tus carencias y evitar que caigas en el error. Además, si eliges bien tu grupo de trabajo puede ser un incentivo para que tengas más ganas de ponerte a estudiar.
9. Preparación. Sabemos que es tentador, pero intenta no dejarlo todo para el último día. Seguro que tú también has dicho alguna vez «Qué pena, con lo fácil que es, si me hubiera puesto antes habría aprobado, ojalá tuviese dos días más». Ese problema se soluciona poniendo 2 días antes de lo que tenías pensado.
10. El examen no es el final. Un examen es solo un trozo de papel, habrá más oportunidades en la vida y suspender una asignatura no es el fin del mundo. No te desesperes si suspendes, si te caes 7 veces te levantas 8.
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¿Cómo te pueden ayudar tus padres?
Desde pequeños, los estudiantes comienzan a entender que las notas no solo son un numero en un folio, sino que jugarán un papel importante en su futuro, y los padres forman parte imprescindible de esa creencia. Siempre buscando lo mejor para sus hijos quieren que vuelvan con notas impecables a casa y es que muchos de estos padres que viven los exámenes como si el destino de sus hijos se jugara en cada uno de ellos. Por ello la presión de los estudiantes es mayor debido a que se fijan unas altas expectativas en las notas, y es que precisamente las notas son solo números que a veces, de forma injusta se utilizan como medida de comparación.
También tenemos una serie de pautas para que los padres no agobien mas todavía a sus hijos:
1. Un estudiante agobiado necesita unos padres tranquilos que no le estén recordando constantemente cómo estudiaron el pasado examen o la nota que sacaron. Además de una tila hay que darles serenidad, transmitir paz y no presión.
2. Hay que hacer ver los estudiantes que lo que valora un padre es el trabajo que han hecho durante el curso. Un suspenso es una piedra en el camino que hace que los estudiantes se caigan pero ahí tienen que estar los padres apoyándoles y ayudándoles a volver a levantarse porque tropezarse y tener fracasos es algo natural de los que intentan hacer cosas.
3. Tenemos que esforzarnos en que entiendan que sus pensamientos regulan su conducta y que si piensan “me voy a quedar en blanco”, se están entrenando para eso. Debemos reforzar su optimismo para fortalecer su autoestima.
4. Los estudiantes que más tranquilos van a los exámenes son los que no han estudiando nada por lo que los síntomas de estrés deben ser entendidos como algo necesario para poder rendir más y mejor. La adrenalina les sirve para activarse.
5. El mundo no se acaba después de un examen así que pase lo que pase, siempre habrá otras oportunidades.
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